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sábado, 24 de abril de 2010

La bondad y perversidad de internet…

Formo parte de la estadística “tercera edad” y por ello no deja de asombrarme día a día la tecnología informática: internet y las llamadas redes sociales (facebook, twitter, blogs).

¿De qué manera otorgamos validez a las noticias periodísticas? ¿Cómo nos damos cuenta del correo “basura”?, que generalmente nos llega mediante el simple “reenviar”.

Cuando no existía internet identificábamos al autor de los mensajes noticiosos como fuente fidedigna, creíble, fiable, objetiva etc.

Ahora tenemos demasiada información, ciertamente no toda de calidad por lo tanto caemos en la desinformación pero no solamente eso sino que la divulgamos sin recato alguna, es decir sin investigar previamente el sustento o argumentación lógica que nos permita darle veracidad al contenido.

El reconocido pensador norteamericano Jim Rohn a cuyas conferencias magistrales han asistido más de 3 millones de oyentes, dijo respecto a lo que decimos: “el 20% de lo que externamos es lo que sabemos y el 80% de lo que CREEMOS saber.

Carlos Cárdenas, vicepresidente del Instituto Mexicano de Contadores Públicos, dijo que: (publicación de grupo REFORMA) “ el SAT ha desplegado como pocas veces una campaña para concientizar al contribuyente sobre la importancia del cumplimiento en tiempo y forma de sus obligaciones fiscales. "El uso de las redes sociales es algo novedoso que permite la propagación de un mensaje a miles de personas en unos cuantos segundos. La tecnología comienza a jugar un papel muy importante para el cumplimiento en materia fiscal", comentó.

Lo expresado en el párrafo antecedente sin lugar a duda nos muestra la bondad de la tecnología. El lado negativo podría ser la ligereza como se tratan temas relacionados con la pobreza, desempleo, desigualdades sociales, narco política, inseguridad, carestía, pederastia, homofobia etc., etc. No tenemos tiempo para profundizar o acercarnos a material de calidad que nos ilustre adecuadamente a fin de que nuestros juicios contengan valor.

Abordaré como muestra el concepto pobreza. La pobreza es el antónimo de riqueza e históricamente ambas han persistido toda la vida. No solamente hay pobreza económica, entendiéndose como tal la carencia o insuficiencia de bienes materiales o satisfactores necesarios o indispensables para subsistir. Hay pobreza intelectual (ignorancia) y porque no pobreza espiritual.

Ahora bien en todo el mundo hay pobreza, pero no el mismo grado de pobreza es decir, clasificándose como extrema pobreza a los individuos que sobreviven con hasta $1.50 dólares diarios. Por otro lado los que tienen o generan menos de la mitad de ingreso bruto per cápita.

La organización de la ONU acepta plenamente el criterio clarificativo de la pobreza anteriormente citado y de ésta manera observamos la pobreza de los estadounidenses y la pobreza de los mexicanos. Mientras que a los estadounidenses (FMI a diciembre 2008) les corresponden $46,715 de ingreso per cápita a los mexicanos $14,495 ocupando los lugares 6 y 51 respectivamente dentro de 168 países clasificados.

Si un estadounidense genera menos de $23,360 dólares en un año clasifica como pobre. Para los mexicanos el umbral de la pobreza estaría en $7,250

¿Cuántos salarios mínimos requieren un mexicano para no ser clasificado como pobre?

7,250*12.25/12= $7,400/30.4=$243 diarios contra $70 (SM+subsidio)= 3.4 veces

Existen diversas críticas al uso de este indicador como medida del bienestar social o de la calidad de vida de los habitantes de un país. Alguna de estas críticas:

  1. Ignora las desigualdades de la renta. Así, al dividir el total del PIB entre su número de habitantes, lo que hace es atribuir el mismo nivel de renta a todos, ignorando las diferencias económicas entre los habitantes. Para medir aproximadamente la distribución uniforme de la renta entre todos los individuos de un país determinado existen indicadores económicos alternativos como el coeficiente de Gini o el índice de Atchison. (fuente: wikipedia).

Existen medidas alternativas de la Renta Nacional que contabilizan de alguna manera otros factores, podríamos mencionar los indicadores: (1) índice de bienestar económico sostenible (IBES) (2) índice de progreso genuino (IPG).

Luxemburgo ocupa el primer lugar en la lista con un IPC de $78,559 dólares entonces los individuos que generen menos de 40 mil dólares al año son considerados POBRES.

Los extremos: Liberia, Burundi y República Democrática del Congo tienen IPC menor de $400 dólares anuales poco más de UN DÓLAR diario per cápita pero solamente son considerados POBRES los que ganan la mitad!!!!

Algunos políticos demagogos se aprovechan de la ignorancia del común de los mortales para tomar como bandera “defender a los pobres” del capitalismo voraz, insaciable, por decir lo menos ofensivo (AMLO, Hugo Chávez, Evo Morales).

En otro orden de ideas en el programa televisivo “Tercer Grado” de anoche miércoles 21 de abril, el reconocido periodista Carlos Marín comentó el término ignorancia como causal de los chismes y adeptos que lo siguen. En principio es verdad el calificativo aunque nos duela. Todo mundo opinamos sobre política aunque no tengamos conocimientos sobre sociología, finanzas, economía. Externamos nuestra percepción en base a ideologías (PRD, PAN, PRI) extraídas de revistas como Proceso, Zeta, por mencionar algunas, no las entendemos pero las apoyamos.

El presidente (izquierdista) de Bolivia Evo Morales nos “apantalló” con su percepción de que los alimentos transgénicos por contener hormonas femeninas, son la causa de la calvicie y la proliferación del homosexualismo. Si la idea es sometida a debate no pasa del primer round pero algunos (por las dudas) dejarán de comer pollo (Bachoco, Pollo Loco, Kentucky).

Sensacionalismo, amarillismo, perversidad, notoriedad, no lo sé pero para algunos, por ignorancia basta y sobra lo dicho por un reconocido político latinoamericano para considerar la versión como verdad.

Por último el vocablo zapoteca muxe (mujer) es aplicado desde hace cientos de años al homosexual. Dicha figura no es estigmática sino una bendición para la familia pues contar con un muxe en el hogar es garantía no solamente de ocuparse de las labores del hogar, entre ellas la cocina sino también la seguridad de que el muxe velará y no abandonará a sus padres cuando estos lleguen a la senectud.

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