En medio de fuego cruzado, villano a ojos de todos.

El contador tiene la imagen ante el SAT de ser el culpable que los empresarios paguen impuestos menores a los que realmente corresponde de conformidad a la normatividad fiscal y el trabajador mantiene la duda de lo que percibe por PTU. Por si lo anteriormente expuesto fuese suficiente para valorar el trabajo de un contador, agrego otro elemento: El SAT mensualmente expide miles de requerimientos por omisión o falta de presentación de algunas declaraciones y generalmente termina en la imposición de multas y como se trata de “errores” atribuidos al contador inclusive dichas multas deben ser pagadas o deducidas del sueldo del contador.

En el pecado esta la penitencia. Si exclusivamente el contador ofrece servicios técnicos fiscales pues no tiene derecho a quejarse. Si redirecciona sus servicios a otras áreas en los cuales tiene conocimientos académicos como costos, presupuestos y finanzas pues emergerá con otra imagen ante el empresariado.